Si su habilidad para hablar en público es un poco áspero alrededor de los bordes, entonces la publicación de hoy está escrita para ti. si eres un CEO o CXO, se le pedirá que hable de forma bastante rutinaria... Es mejor que se acostumbre y que lo haga bien. La desventaja de hablar en público es que nada tiene el potencial de resaltar tus defectos como el centro de atención.
En el post de hoy, compartiré algunos de los errores más comunes que cometen los ejecutivos y empresarios que voluntaria o involuntariamente se encuentran enganchados al micrófono.
Habiendo hablado en innumerables negocio conferencias y ferias comerciales a lo largo de los años he tenido el placer de hablar en la misma agenda con algunos de los mejores oradores del mundo. Sin embargo, como un reloj, invariablemente hay un orador en el programa que, si bien posee un tremendo historial de logros profesionales, es un completo desastre como orador público. Si usted es como yo, a menudo se ha preguntado cómo un líder empresarial talentoso que domina absolutamente el sala del consejo puede poner a una audiencia a dormir desde detrás del podio. Lo que es aún más divertido es que la persona que hace que te quedes dormido a menudo cree que se robó el espectáculo con su fascinante presentación...
Hablar en público no es algo natural para la mayoría de las personas y, por lo tanto, si no tiene un don natural, debe trabajar diligentemente si planea tener tanto éxito en el escenario como en la sala de juntas. Evitar los siguientes errores te permitirá mantenerte como un orador profesional.
- No arruines tu apertura: He escrito a menudo sobre el poder de las primeras impresiones y en ninguna parte una buena primera impresión es más crítica que cuando estás en el escenario frente a una multitud que ha pagado para escucharte. No cometa el error de estar relajado en los primeros minutos, ya que estos son los momentos más importantes para establecer una buena relación y atraer a su audiencia. Piense en grande y piense en negrita... Comience con una explosión y no con un gemido. Haga una pregunta difícil que realmente haga que las personas se sienten y piensen, haga una declaración audaz o recite estadísticas destinadas a sorprender y asombrar. Ya sea que su apertura preferida sea el uso apropiado del humor, lanzar un desafío o hacer una declaración audaz, hágalo grande y memorable.
- Elija el tema correcto: No hable sobre un tema a menos que tenga el control total del tema. Más importante aún, no hables sobre un tema que no te apasione. Por último, no le hable a una audiencia si no ha personalizado su presentación para dicha audiencia. Detesto las presentaciones enlatadas, al igual que todos los demás que conozco. Si personaliza la presentación para su audiencia, la reconocerán y la apreciarán. Esto establecerá un lazo de confianza inmediato y estará listo para las carreras. No hay nada peor que las presentaciones enlatadas y, aunque muchos entrenadores de oratoria recomiendan que desarrolle algunos discursos enlatados que se conviertan en sus discursos de referencia, le sugiero que evite esa táctica a toda costa.
- No lea para su audiencia: Piense en el discurso 101... No lea sus notas, busque y establezca contacto visual. Hay un viejo chiste que dice que la última vez que alguien te leyó fue probablemente tu madre y ella estaba tratando de ponerte a dormir. Trabaje a partir de un esquema o aprenda su discurso de memoria, pero no lea.
- Nunca seas un imitador: No intentes imitar el estilo de otra persona, usa sus historias o su contenido. Si no puedes ser original entonces no deberías hablar. Las audiencias no buscan imitadores baratos, sino que buscan que usted agregue valor en función de su experiencia personal única. Sea original, sea grande y sea memorable...
- No te olvides de la audiencia: Si no trabajas la habitación te equivocas. Si se toma el tiempo de encuestar, cuestionar o desafiar a la audiencia, se le darán pistas sobre el contenido temático de interés y, a su vez, podrá asegurarse de que su presentación satisfaga las necesidades y expectativas de su audiencia. Nada es más importante que entender e interactuar con la audiencia.
- El enfoque de “fingir hasta que lo consigas” no funciona: Planifique y prepárese enérgicamente para su participación como orador. No se limite a presentarse y improvisar, ya que será evidente para todos en la sala que no los valoró lo suficiente como para actuar como un profesional y prepararse. Hay un viejo dicho que aprendí en el ejército y que se me ha quedado grabado hasta el día de hoy: "La planificación adecuada previa previene el desempeño deficiente".
Cualquiera puede convertirse en un orador competente si lo desea lo suficiente como para trabajar en ello. Al evitar los errores mencionados anteriormente, tendrá un buen comienzo y es probable que no ponga a dormir a su audiencia.
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