He trabajado con innumerables ejecutivos y empresarios y descubra constantemente que aquellos profesionales que exhiben una pasión eterna por lo que hacen se distinguen de la multitud. En la publicación de blog de hoy, examinaré los beneficios de encontrar tu pasión e incorporar esa pasión en tu vida.
Para muchos en la fuerza laboral, un trabajo no es lo que son, sino simplemente lo que hacen. Las pasiones de estas personas se encuentran fuera del lugar de trabajo y para las personas que encajan en esta descripción, sus trabajos son poco más que un medio para un fin. No hay absolutamente nada de malo en esta perspectiva de la vida y, en algunos aspectos, es una forma más sana y sencilla de vivir. Sin embargo, si ha elegido ser un empresario o un alto ejecutivo, le resultará mucho más difícil bifurcar su carrera del resto de su vida. Cuando se registra para un puesto de liderazgo sénior con altas expectativas y numerosas responsabilidades, es difícil (si no imposible) apagar el interruptor y salir por la puerta a las 5:00 p. m. y dejar su trabajo atrás. De hecho, los empresarios y ejecutivos con esta mentalidad probablemente sean personas muy frustradas que no están a la altura de sus propias expectativas o las de los demás.
Si es un empresario o un alto ejecutivo y se siente ambivalente, frustrado, desmotivado o atrapado en su carrera es probable porque lo que haces no está en sintonía con lo que eres o las cosas que son realmente importantes para ti. Para que la pasión en el lugar de trabajo sea algo más que un estado mental fugaz, debe alinear sus objetivos e intereses personales con lo que hace para ganarse la vida. No estoy sugiriendo que definas quién eres por lo que haces, sino que estoy sugiriendo que si lo que haces está en equilibrio con tus prioridades e intereses, podrás sentir pasión por lo que haces. Siempre he creído que para aquellos empresarios y ejecutivos apasionados por lo que hacen, sus carreras son nada menos que una maravillosa aventura en lugar de la monotonía de la rutina diaria.
¿Te despiertas cada mañana y esperas ir a trabajar o temes el comienzo de cada día deseando poder quedarte en casa? ¿Por qué haces lo que haces? ¿Disfrutas lo que haces o te sientes atrapado por lo que haces? Si te falta pasión por lo que haces, te sugiero encarecidamente que vuelvas a la mesa de dibujo y reevalúes tus motivaciones. Un buen lugar para comenzar es leer una publicación de blog anterior que escribí titulada: "Lo que realmente importa?”
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