No importa cuán grande sea tu organización, su mensaje, dirección y motivaciones fluyen a través de un puñado de personas y el liderazgo es como bailar; se logra un socio a la vez. No me refiero al baile cuadrado, al baile en línea o al break dance, sino al tipo en el que levantas tu coraje, mira a alguien a los ojos y pregunta: "¿Bailarías conmigo?"
Un gran baile requiere una combinación de habilidades físicas, mentales, emocionales y sociales. Los grandes bailarines saben que no solo están dando vueltas por el suelo; están invitando a otro a un viaje por una canción o dos. Es un negociación de confianza.
Los bailarines sin experiencia son incómodos. Se consumen con sus propios movimientos y, a veces, olvidan que el baile se hace juntos. Tiran cuando deberían empujar y empujan cuando deberían tirar y se frustran cuando incluso un gran compañero tropieza siguiendo su ejemplo.
La experiencia, por otro lado, marca la diferencia. Genera confianza, crea agilidad y desarrolla la gracia. Los bailarines experimentados desarrollan una sensación para cada pareja y ajustan sus propios movimientos para asegurarse de que se mantengan en el paso.
Al final, los grandes bailarines hacen sentir a su pareja como si los dos hubieran logrado algo maravilloso juntos. Sus parejas no se sienten empujadas o tiradas. No sienten que hayan tenido que hacer más de lo que les corresponde en la tarea. Cuando se hace bien, la experiencia es emocionante y no se siente como un trabajo.
Lo mismo es cierto en el liderazgo. Estupendo lideres Comprenda que liderar es un esfuerzo humano donde el impulso construye una relación a la vez. Saben que los buenos resultados son su responsabilidad y encuentran la manera de aprovechar al máximo a los demás sin hacerlos tropezar. Independientemente de la capacidad de su pareja, tienen una idea de lo que se necesita para avanzar mutuamente hacia la excelencia y encontrar una manera de generar confianza en el proceso. Encuentran una manera de despertar esa magia donde el progreso, sin importar lo difícil que sea, se siente digno y valioso.
Entonces, si tiene dificultades para liderar a un miembro del equipo, no se ofenda. Recuerda ajustar tus pasos y bailar.
Este sitio web utiliza cookies.