Según mi experiencia, el factor determinante para determinar si las encuestas de directores ejecutivos son confiables o no puede encontrarse únicamente en si los datos se publican o no para consumo externo. En la publicación de hoy, compartiré algunas ideas sobre cómo discernir el valor (o la falta del mismo) de las encuestas para directores ejecutivos.
Si bien el tema de hoy debería ser obvio para todos, creo que para muchos es muy fácil quedar atrapados en la lectura por leer, en lugar de comprender lo que están leyendo y realmente discernir el valor del contenido que se consume. Si bien pueden existir buenas y honorables intenciones detrás de las encuestas publicadas externamente, siempre he encontrado que tienen muy poco valor.
Las encuestas publicadas externamente tienden a consistir en información diluida de alto nivel llena de advertencias, posturas y giros. A los directores ejecutivos que se citan públicamente a menudo les resulta difícil ser sinceros. Su necesidad de equilibrar lo que se dice con el temor de hacer declaraciones prospectivas sin saberlo, provocar la ira de los accionistas descontentos, atraer la atención negativa de los medios, divulgar información confidencial a los competidores, dar a los analistas una impresión equivocada o crear un riesgo regulatorio o legal simplemente desafiar la credibilidad de muchas declaraciones publicadas externamente atribuidas a directores ejecutivos individuales. Las citas atribuidas tienden a ser subestimadas, pero en su mayoría positivas, mientras que las declaraciones negativas tienden a ser referencias genéricas a sentimientos o estadísticas de grupos agregados, o apuntan a "otras" empresas.
Un ejemplo perfecto de la premisa mencionada anteriormente se puede demostrar al revisar una Encuesta de CEO reciente publicada por PricewaterhouseCoopers en la que encontrará referencias negativas genéricas como: "El porcentaje de CEO que estaban 'muy seguros' sobre sus perspectivas de crecimiento de ingresos de un año cayó a 21%, el nivel más bajo en seis años”. No solo no encontrará los nombres de los directores ejecutivos adjuntos a esta declaración, sino que, lo que es más importante, no se proporciona información de respaldo para esta declaración que permita a los lectores determinar si tiene o no alguna relevancia o impacto en sus circunstancias individuales. Todo lo que un lector puede discernir de esta declaración es que los directores ejecutivos se dan cuenta de que estamos en un entorno económico difícil... vaya, eso es sin duda esclarecedor y útil.
Aquí hay otra observación brillante contenida en la encuesta de PWC: “Cada CEO enfrenta desafíos diferentes, pero todos quieren cumplir con las agudas demandas de supervivencia, preservar las ventajas que los hacen competitivos a largo plazo y asegurarse de que sus modelos comerciales estén preparados para un retorno al crecimiento cuando llegue.” Duhhhhhh.
No estoy sugiriendo que como negocio lideres no debe consumir estos informes y encuestas, sino que tenga el discernimiento para reconocerlos por lo que son. Sin embargo, sugeriría que un mejor uso del tiempo es realizar sus propias encuestas informales de directores ejecutivos. Su audiencia/encuestados debe estar compuesto por los directores ejecutivos de sus clientes/clientela, vendedores, proveedores, socios, prestamistas, inversionistas, etc. Al entrevistar a grupos relevantes, no solo recibirá información útil de primera mano que es franca, sino que también mejorará las relaciones más críticas para el éxito de su empresa.
Crédito de la imagen: Universidad del Sur de California
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