Últimamente he visto a varios líderes tropezar con el resultado inesperado de un gran plan. No supieron anticipar los errores y percances que ocurren en todas las organizaciones. Cuando veo que un resultado sorprende a un líder, recuerdo una lección que aprendí hace años de mi papá.
Había sido un gran entrenador de fútbol y cuando expresé mi interés en jugar de mariscal de campo, accedió a enseñarme cómo hacerlo. Me enseñó a jugar la posición pero también me enseñó a pensar como un líder en el campo. Me llevaba a un campo de fútbol, me acompañaba hasta la línea de la yarda y me daba una situación (el marcador, el tiempo, el down y la distancia) y me preguntaba: "¿Cómo llamarías?" Contestaría y luego él me daría un resultado y me preguntaría qué haría a continuación. Mi papá podría darme crédito por algunas yardas, pero a menudo dictaminaba que mi juego era una pérdida o un balón suelto; mis pases pueden producir un touchdown o una intercepción. Pero independientemente del resultado, el juego continuaría con: "Ahora, ¿cómo llamarás?" No solo me dio la oportunidad de aprender la lógica de las jugadas, sino que también me enseñó a considerar el riesgo y planificar resultados inesperados.
Ese ensayo mental fue invaluable. Si bien no me hizo correr más rápido o lanzar más lejos, me hizo pensar mejor. Rara vez me sorprendía cuando una jugada fallaba y estaba listo para enfrentar los posibles resultados cuando sucedieran. Debido a que ya había ensayado los posibles resultados, estaba listo para manejar lo malo con lo bueno cuando sucedió en el campo.
Tomé esa lección conmigo y la usé extensamente como líder. Me encontraría pensando en lo que podría salir bien y mal con las decisiones potenciales e incluiría a mi estado mayor y a los comandantes subordinados en las deliberaciones. Cuando me sentía incómodo o inseguro, ensayábamos. Repasaríamos la situación, consideraríamos nuestras opciones y responderíamos a los posibles resultados. Cuando llegaron, estábamos listos.
El concepto es simple, pero se necesita disciplina para alejarse de lo que tiene que hacer y prepararse para lo que podría tener que hacer. Aún así, esa es una parte importante del liderazgo: mostrarles a los demás el futuro potencial y demostrar que usted puede guiarlos a través de él sin importar el resultado.
Cuando te encuentres en duda, ensaya. ¿Pensamientos?
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